miércoles, noviembre 09, 2005

La Actividad Privada y el Estado

Muchas de las propuestas productivas que generan trabajo para la población deprimida, para los emprendedores noveles (y los no tanto) y divisas para el país, requieren inversión económica y financiamiento. El Estado podría dedicar parte de su presupuesto a impulsar estas propuestas, sin embargo el retorno de estos capitales no es seguro porque la experiencia nos indica que el Estado es mal empresario. Hacer viable una empresa estatal es dificil (más no imposible). La otra opción es que la inversión privada genere estas actividades. ¿Lo puede hacer? Si. Pero, para ello el Estado tendría que apoyar tales iniciativas, plantear fórmulas (tributarias, autorizaciones, concesiones, y otros instrumentos) de forma tal que, lo que no puede hacer el Estado por lo menos permita que lo realice la empresa privada. Qué hay alguien o varios que se van a enriquecer. Bueno, desde mi enfoque no veo lo malo en que alguien se enriquezca si genera la rueda de la producción. A su vez habre la posibilidad de creatividad tanto para el ingreso de competidores como de aplicación de tecnologías. ¿Y qué sucede con la sobre explotación de los recursos por parte de los desmedidos empresarios?. Pienso que esa es la parte competente del Estado: el control. ¿Pero el control da pie a la corrupción? La sociedad civil no es gaseosa, por tanto es la llamada a controlar a los controladores. En síntesis, definitivamente en estos tiempos, salir del sub desarrollo implica incrementar la actividad comercial y esta traerá consigo una mejor calidad de vida para la poblaciones en general. El reto es hacerlo sin alterar extremadamente nuestra naturaleza bondadosa. ¿Hay formas para eso? Si. Indaguemos por ejemplo 2 conceptos: Ecoeficiencia y Producción mas Limpia.