lunes, julio 09, 2007

"Este gobierno ha retrocedido en actitud descentralista"

por FRANCISCO TUMI GUZMÁN ( experto en economía regional)

¿Cuál es la verdad acerca de las acciones de protesta que se rejistra en el país? ¿Son movidas por sectores minoritarios, como sostiene el gobierno, o son realmente respectivas de un descontento regional?
El telón de fondo de este escenario de convulsión es el problema distrivuido, que en el Perú tiene una cara geográfica. Las zonas del país en las que realmente hay problemas son las zonas que menos han crecido en los últimos años. En esas zonas el problema no es tanto la pobreza, si no la percepción que existe sobre las oportunidades que se tiene para el futuro.

Es decir, la descesperanza mueve más que la misma pobreza...
La pobreza es un estado lamentable y gigantesco en el Perú, pero también es un proceso. El asunto es si la gente tiene la esperanza de salir de pobre, si ve oportunidades. Y lo que vemos es que en el sur y en la selva las posibilidades se han ido reduciendo, mientras que en la costa central y un poquito en el norte esas esperanzas se han ido incrementando. Ese es el problema de fondo.


Ese es un problema estructural. ¿qué tendría que hacer el Gobierno?
El segundo telón de fondo es que las políticas económicas y sociales del Gobierno no están bien afinadas. Tenemos una política económica que va por la derecha y una política social que debería ir por la izquierda, pues ese es el pedido de todos, pero que, sin embargo, va también por la derecha. Ahí hay una incongruencia.


¿A qué se refiere con política social de derecha?
A que desde que, en los años 90, comenzó el ajuste estructural, hay temas que no se han movido. Hablo de la sanidad macroeconómica, con la que todos estamos de acuerdo, pues es una condición sine qua non, necesaria, para el progreso, pero no suficiente. Lo que no se ha movido-y debería moverse-son las políticas sectoriales. Este es un país muy heterogéneo, con sectores muy avanzados y otros muy atrasados. Se requiere, entonces, una política de igualación de oportunidades productivas; de otra manera, es muy difícil que se estienda el desarrollo.


Vargas Llosa ha subrayado en su última columna de opinión(titulada el otro país) que el actual auge económico solo beneficia a un tercio del país, y que los otros dos tercios apenas si lo sienten. Probablemente estamos hablando de la franja Tumbes-Ica, en la costa, y de Huancayo-Cajamarca, en la sierra.
En Cajamarca, el otro conjunto no está creciendo con fuerza. Ahí lo que crece es la ciudad de Cajamarca, pero sin chorreo para el resto de la región. Ahí hay un problema. Sin duda la minería impulsa el desarrollo nacional, pero no impulsa el desarrollo regional. De allí el gran papel que tiene el Gobierno definiendo qué es lo que hay que hacer con el canon, pues si el canon se gasta en pura política social, vamos mal.

¿Cómo debería gastarce?
La política social es necesaria, pero es contingente. Si se acaba la plata, otra vez la gente se queda pobre. Por eso el problema es económico, de desarrollo. A Ica la va muy bien por que allí se han instalado un buen pedazo del capital privado del Perú y por que tiene todas las ventajas para desarrollarce: cercanía al mercado más grande del país, alos puertos de embarque, buenas comunicaciones...Si se lograra replicar eso en todo el país, habría más desarrollo y menos problemas de pobreza. Para eso es que se necesita las políticas.


¿Qué tipo de políticas?
Las políticas deben ser para crecer. Si se les transfiere recursos a los gobiernos regionales y la mismo tiempo se les frena en el gasto con una serie de trabas... El Gobierno le debería dar más importancia a la reforma del Estado, y en término no solo administrativos, sino en téminos de participación de los sectores activos de la sociadad.


Volviendo a las protestas regionales: hay quienes dicen que los peruanos han descubierto que las mejores señales para comunicarce con el Gobierno son las señales de humo, es decir, la convulción.
Como dice Albert Hirschman en su libro "Salida, voz y Lealtad", "cuando hay un problema en una sociedad, las voces se levantan". En este momento hay varias voces que están diciendo: "Miren, aquí hay problemas de fondo", y esos problemas son de distribución, de capacidad de operación del mercado y de incapacidad de operación del Estado. Allí están reclamando que el estado sea más activo en llevar el capital privado a esas regiones, pues la solución para eso: inversión asociada del Estado con el capital privado.

La huelga del Sutep no tiene esas causas.
Claro que no. El Sutep es un problema de dos caras que se mezclan. Por un lado, hay un problema educativo basado en la mediocridad de la mayor parte de los maestros; por otro, hay un problema social que son los bajos sueldos y la supervivencia de sus familias. Su estrategia es aprovechar la coyuntura y mezclar los dos temas para politizar el problema. Solo se les debe aumentar los sueldos si acceden a ser evaluados y recalificados con criterios técnicos y no políticos, y si acceden a la descentralización de la educación.

¿Cuán decisivo es el componente político de las protestas en provincias?
Ciertamente debe haber un componente político. En el Perú se entiende mejor la política haciendo más análisis micropolítico. La gente participa por que tiene un interés personal o familiar y, en el caso peruano, hay distintos tipos de interés. Muchas veces hay que buscar los intereses particulares para ver por qué se mueve una colectividad.

¿Puede ser eso el caso de los priferos de Pucallpa?
Las exoneraciones tributarias nunca han funcionado, ni en la costa ni en la selva. Una exoneración tributaria en un producto como la gasolina es un apoyo ciego a ricos y pobres, a empresarios y no empresarios, y los que se la llevan son finalmente aquellos que controlan el negocio.

¿Cómo han movilizado esos que controlan el negocio ala mayoría de la población?
La han convencido con otros temas, con cosas como: "Miren, el Gobierno no nos está tomando en cuenta", pues ellos piden que venga la máxima autoridad y que el tema no lo resuelva el gobierno regional, sino el Gobierno Central.

El gobierno regional debería ser parte de la solución. El centralismo se explica a veces en las regiones, no en Lima. No hay cosa más centralista que un gobierno regional que dice: "Este problema lo tiene que resolver Lima". Allí murió la descentralización, pues se está renunciando a lo que esta da, que es la competencia para resolver problemas.

Lo que se ve es al mismo presidente regional encabezando las protestas... Lo que todo eso nos dice es que algo sigue muy centralizado. El que debería resolver algunos de esos problemas es el gobierno regional. No lo está haciendo por que derepente-es mi hipótesis-este gobierno ha retrocedido en términos de actitud descentralista. Es decir ha anulado el CND (consejo nacional de descentralización), que hubiera sido su fusible.

Pero en CND nunca sirvió... No importa. El Gobierno Central, que se quiere descentralizar a sí mismo necesita un intermediario que lo aísle de las demandas del resto. Ahora lo que vemos es que el pobre Jorge del Castillo tiene que estar en todas las manifestaciones buscando arreglos. Nadie duda de que el CND no estaba bien, pero no había por qué cerrarlo. Quizás había que fusionarlo con el Ceplan y crear una instancia donde se concertaran los planes y las inversiones. El Perú tiene plata ahora, pero no toda la plata del mundo. Hay que priorizar. Y para ello falta un operador político-técnico entre el Gobierno Central y los regionles.

Si el éxito político de algunos dirigentes se basa en incendiar la calle, el próximo año podría ser el último año más o menos tranquilo, pues el 2009 habrá elecciones regionales y los candidatos pugnarán por mostrarce muy radicales. Todo dependerá -incluida esa tensión que podría desencadenarce- de cómo se resuelva el problema actual de tener recursos y no poder gastarlos, y de no obtener resultados de esos recursos. La descentralización estatal en curso no está demostrando que sea la respuesta a los problemas de subdesarrollo y pobreza. Está demostrado que los gobiernos regionales y locales pueden hacerlo de manera más o menos decente, pero no tiene el impacto que debería tener. Si hay recursos, debería mejorar el empleo, la infraestructura y los programas sociales. Pero eso no está ocurriendo.

¿Qué se debería hacer para que las provincias sientan el impacto de la descentralización? La gente quiere infraestructura, pues eso es integración. Quiere una carretera, un puerto, un aeropuerto, electricidad, agua y desagüe. Eso es integración y es lo mínimo que hay que hacer. Si el Gobierno Central logra capear esta situación y permite que los gobiernos regionales gasten más e inviertan más, y además se asocia con ellos, el año 2009 puede ser un momento distinto en el Perú, en el que la gente vote por quien hizo mejores obras. Yo espero eso. Pero tiene que superarce esa falta de asociación que hace que el Gobierno Central sea visto como enemigo del gobierno regional.

¿Qué tendría que hacer el Gobierno? Yo le diría al presidente García: "Salga el domingo a la televisión y diga que usted quiere una concertación con los gobiernos regionales. Que diga: queremos llevar el país adelante y tenemos a nuestro favor la macroeconomía y todas las condiciones internacionales, pero ahora trabajemos la mesoeconomía, es decir, la economía regional. Integremos el país".

¿Cree que eso bastaría? Si uno tiene esa perpectiva, los temas de discución ya son otros. Ya no son: "póngame la carretera", sino: "miren, vamos hacer esa carretera, pero ustedes tienen que atraer al inversionista privado para que ponga acá su capital, y tenemos que ponernos de acuerdo, pues si no, no la hacemos". Esta es una oportunidad de oro. El Perú ha entrado en un ciclo de crecimiento de largo plazo que durará hasta el 2014 o el 2015, tal vez con algunas bajadas, pero es un ciclo de largo plazo. Y nos estamos peleando.

Por eso hay que tocar madera como dice Vargas Llosa. Es que el Perú siempre puede darnos sorpresas. Nuestro Estado es chico y débil, y a un Estado débil siempre se les pueden meter goles por la huacha. Por eso el Gobierno Central debe abordar todos estos temas, para que los gobiernos regionales se pongan de su lado. El Perú es un país gobernable más allá de lo que mucha gente cree. Basta con que haya una línea clara, una voz clara.

LAS OPORTUNIDADES VARÍAN SEGÚN DONDE SE NACE

¿Cuáles son las provincias o ciudades que podrían ser más velozmente vinculadas al progreso? Aparte de las de la costa, las regiones con más potencial y que están necesitando de un empujón son Cusco, Juliaca, Huancayo, Tarapoto y, en menor medida, Pucallpa. Tarapoto es un lugar estratégico. Iquitos también tiene un potencial enorme. Arequipa está aletargada; debería despertar, pues tiene de sobra para despegar, aunque se ha ido descapitalizando, sobre todo de gente valiosa.

¿Y las más complicadas? Yo creo que Huancavelica, Amazonas y Apurímac. Esas zonas, por alguna razón, no logran despegar, lo mismo que Huánuco. Huánuco tiene la provincia con menor desarrollo humano del país, que es Pachitea. Entre el índice de desarrollo humano de Pachitea y el de Lima. que son los dos extremos, hay la misma brecha que entre Noruega y Nigeria. Esta desigualdad geográfica es el drama del Perú, pues las posibilidades y oportunidades son distintas según dónde se nazca.

¿Cómo inpactará el TLC en las provincias más pobres? El TLC es un desafío para el Perú, pues no estamos preparados ni contamos con la oferta que deberíamos tener para beneficiarnos de inmediato. Es una apuesta que nos debería llevar a los peruanos a ponernos de acuerdo y apoyar el espuerzo.

¿Y cómo prepararnos? Deberíamos tener ahora mismo una planificación de políticas sectoriales que apunten a ese gigantesco mercado. Si nosotros apuntamos a ese mercado nacional y, por lo tanto, alguien lo tendrá que reeplazar aquí. En ese momento el TLC empezará a ser una locomotora.

¿Puede el TLC cambiar la país? Por supuesto. Si los empresarios peruanos tienen un mercado más o menos fijo que les exige determinados estándares, lo que va asuceder es similar a lo de Ica, es decir, va a darce un gran esfuerzo de inventiva que va a cambiar el panorama. Además, vendrían otros acuerdos comerciales. De modo que nos van a faltar manos. Eso tiene que cambiar al país.

LA FICHA

Nombre: Efraín Virjilio Gonzales de Olarte. Nacimiento: Cusco, 16 de octubre de 1946. Estudios: Econimía en la Universidad San Antonio Abad del Cusco, maestría en la Universidad de Lovaina(Bélgica) y doctorado en La Sorbona(francia). Trayectoria: Tiene 22 libros publicados sobre economía campesina, economía regional, economía política y ajuste estructural. Ha sido director del IEP, asesor especial de los tres últimos informes mundiales de la ONU sobre desarrollo humano, director del departamento de Economía de la PUCP, universidad de la cual es ahora vicerrector administrativo.